Mi despacho en redes sociales ¿sí o no? esta es la pregunta que muchos abogados se hacen en estos tiempos en que Internet y las redes sociales avanzan de forma exponencial abriéndose paso como canal de comunicación. Diariamente vemos en televisión como los espectadores siguen e interactúan con los diferentes programas a través de redes sociales.
En primer lugar diremos que las redes sociales se han convertido en un gran altavoz a través del que podemos llegar a una gran cantidad de público, ya sea mediante perfiles personales, corporativos o anuncios que podemos segmentar para que vayan dirigidos a un público concreto. Por tanto, a priori, una primera interpretación podría ser: hay que estar.
En segundo lugar, y siguiendo con la expresión «altavoz» que señalábamos antes, decir que sólo es necesario un altavoz, si tenemos algo que decir y me explico, para tomar la decisión acerca de tener o no presencia en redes sociales, debemos hacernos las siguientes preguntas:
1. ¿En qué redes quiero aparecer?
No todas la redes son iguales, ni se dirigen al mismo público, por lo que debemos seleccionar aquellas que consideremos más interesantes para nuestros objetivos profesionales. En mi opinión podríamos considerar básico tener presencia en las siguientes redes sociales (cuestión distinta y muy importante, será para qué vamos a utilizar cada una):
GOOGLE +: Ha experimentado un crecimiento importante debido a la importancia que el propio Google, como no podía ser de otra forma, le concede a la aparición en esta red social de cara al posicionamiento en Internet, así como la vinculación con el resto de aplicaciones del buscador. Al margen de ello, en la evolución que ha experimentado resulta una opción muy interesante para participar en las comunidades existentes. Imprescindible. Debes tener en cuenta que debes crear un perfil para cada profesional y otro para el despacho.
TWITTER: Es una buena herramienta para mantener informados a nuestros clientes y de paso obtener información actualizada sobre todos aquello temas que afectan a nuestra actividad profesional. Imprescindible
LINKEDIN: Comenzaré al revés: imprescindible para el networking o red de contactos. Es muy importante para que sea eficaz, crear perfiles diferenciados para el profesional y para el despacho. Mi recomendación es que seas selectivo a la hora de aceptar contactos, cuando ves un pefil con +500 contactos, en muchos casos son contactos de baja calidad que se dedican a agregar personas simplemente para tener más alcance en sus publicaciones. Lo dicho: selectivo, mejor poco y bueno que mucho y malo.
FACEBOOK: Para el sector de la abogacía probablemente no sea la ideal, si bien puede ser de utilidad para crear campañas publicitarias segmentadas para servicios concretos. Al igual que indicaba en las otras redes no mezcles perfil personal y de despacho.
YOUTUBE: Lo dejo apuntado y será objeto de análisis en otra entrada, ya que el vídeo blog se está convirtiendo en tendencia en los últimos tiempos y es de gran ayuda para el posicionamiento, pero como digo, en otro post hablaremos sobre los canales de youtube.
2. ¿Quién va a diseñar mi imagen corporativa?
Una vez que has elegido las redes en las que aparecer, debes tener en cuenta que cada una de ellas tiene un formato y tamaño distintos en cuanto a imágenes de perfil y de portada. Un logotipo no sirve para todo. Deberás contar con un diseñador gráfico que te cree las imágenes adecuadas para cada red de tal forma que la imagen de tu despacho se muestre correctamente en cada una de ellas. Además de la imagen visual es importante cumplimentar todos los datos, cada visualización puede ser un cliente, por lo que no debes dejar nada al azar, sólo hay una primera impresión y si el cliente conoce tu despacho por primera vez a través de alguna de las redes y lo que ve «no le gusta», adiós cliente. Haz la prueba, busca en Google el nombre de algún despacho y verás como no siempre muestra en primer lugar su web, delante posiblemente encuentres sus perfiles en redes sociales.
3. ¿Tengo tiempo para atender las redes sociales o lo voy a externalizar?
Has elegido redes sociales, has creado o te han creado tus perfiles con imágenes adaptadas y con toda la información y enlaces al despacho ¿y ahora qué? Lo siguiente que debes decidir es acerca de los contenidos: sobre qué hablar, si lo vas a hacer tú o lo vas a contratar con una empresa externa. Si te vas a orientar a contenidos o sólo a compartir noticias del sector.
Te diré dos cosas: no es fácil y requiere tiempo. Cuando digo que no es fácil no me refiero al texto puro y duro, sino a la optimización de ese texto para que funcione Si crees que no vas a disponer del tiempo necesario para generar contenidos de calidad: NO comiences, produce una mala impresión entrar en un perfil y ver la última publicación de hace seis meses. Si tienes tiempo, escribe sobre lo qué dominas, genera contenido de calidad y estarás trabajando sin saberlo el inboud marketing (o marketing de atracción).
Otra opción es contratar la redacción de contenidos con una empresa externa, En este caso debes asegurarte de que conocen el sector y pueden generar contenidos de calidad para tus redes, así como establecer la línea editorial para alinearla con la estrategia de marketing del despacho.
4.¿Para qué las voy a utilizar?
El uso de las redes sociales no es una actividad aislada, debo integrarla en la estrategia de marketing del despacho para que funciones de forma coordinada en la búsqueda de objetivos concretos y medibles. Hay quién simplemente «está» sin ninguna pretensión. Por otro lado hay quién la utiliza para generar imagen de marca (branding), para captar clientes mediante campañas específicas, o para generar visitas a tu web.
Cómo habrás deducido, tiene múltiples aplicaciones, pero antes de comenzar debes tener claro: ¿para qué las voy a utilizar? el tiempo escasea, hay que optimizarlo y no para hacer pruebas.
Conclusión:
A partir de las reflexión sobre las respuestas a estas preguntas, debemos decidir si es el momento o no, porque si ahora no lo es, ten la seguridad de que es sólo cuestión de tiempo. A medio plazo estarás, pero no olvides tener en cuenta las cuatro cuestiones que hemos planteado.
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